Sé la mamacita que el mundo quiere ver

Después de haber encontrado al "indicado" (una vez más), después de haber abierto al máximo estos ojos chinos que tengo, al darme cuenta de que solo quería un free y usaba todas las armas posibles para llevarme a la cama, puedo decir victoriosamente que no me siento una víctima de la situación.

Todas pasamos por eso, al menos una vez en la vida. (Por no decir que nos pasa con el 90% de chicos con los que salimos antes de encontrar al indicado). Pero de eso se trata, ¿no? Disfrutar con los equivocados hasta encontrar al indicado.

Y es que al abrir los ojos y al darnos cuenta de que ese brother especial no va a nuestro ritmo, nosotras, las chicas en pleno desarrollo emocional, nos sentimos a morir.

Me siento orgullosa de mi al decir que solo 1 vez en mi vida lloré por un flaco, que actué inmaduramente, me volví la máxima loca de amor, sufrí y pensé que jamás podría superar algo así, porque según yo era el destino y huevadas así.

Creo que deberíamos sufrir por amor solo 1 vez en nuestras vidas. Y después de eso poner una barrera. Una barrera para no volver a sufrir más. Y no se trata de construir muros para que nadie pase, sino para darnos cuenta de quienes intentan y se esfuerzan por cruzarlo.

A mis 18 años considero que he logrado establecer esa barrera (al menos por ahora)

Y es que terminar con alguien no tiene por qué ser algo triste y torturoso que nos haga engordar, tragar como obesas, ni para andar peor que vaso de agua regalándonos a cualquier huevón random en alguna fiesta, terminar con alguien es el motivo justo y necesario para ponernos ricas, para empezar de cero y convertirnos en la máxima soltera codiciada.

" A un hombre se le llora 3 días, al 4to te pones el mejor outfit que tengas y sales a ser la mamacita que el mundo quiere ver"

¿Y por qué no cambiar esas actitudes depresivas, dejar las canciones cortavenas por tu canción favorita, ponerte en modo "descorazonada" y mandar a la mierda todo por un rato?

La mejor venganza que puedes obtener es tu felicidad. Tu felicidad y rechazarlo por si se le ocurre volver a jugar con tu mente. Primer tú, segundo tú y tercero tú. Mientras más feliz, más hermosa.

¡Vibras! Ningún huevón vale la pena tus lágrimas y si lo vale, pues no te hará llorar. ♡♡♡♡